A partir de esta misma semana, los suscriptores de Amazon Prime podrán elegir qué comercio local hunden cada vez que hagan un pedido. Cuando hayan elegido el producto, y justo antes de confirmar la compra, el algoritmo mostrará un listado de comercios cercanos que ofrecen el mismo artículo, incluyendo reseñas de otros usuarios, y con pulsar un botón podrán arruinar el negocio que prefieran.
«Puedes condenar a la tienda que no aceptó tu curriculum, o que te despidió, o simplemente a la librería de aquel anciano antipático que no te dejó entrar con el perro», comenta Teo Pérez, uno de los responsables de la compañía en España. «Íbamos a acabar con todos ellos igualmente, pero no queremos hacerlo solos, queremos que nuestros clientes nos acompañen en este viaje hacia el futuro», explica.
Esta nueva prestación ha puesto en alerta al Organismo de Competencia de Estados Unidos, que estudia exigir a Amazon que se incluya también a ella misma en el listado de negocios a hundir para que todos los comercios compitan en igualdad de condiciones.
Los pequeños comercios de todo el mundo no han tardado en protestar por la decisión de Amazon Prime pero, por algún motivo, el algoritmo está silenciando sus quejas.
