El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha aprobado hoy definitivamente la prohibición de las piedras. Varios expertos consultados por la Eurocámara han confirmado la más que probada peligrosidad de las piedras, que pueden resultar fatales especialmente si impactan en la cabeza, pero también en otras partes del cuerpo. «Una piedra te puede sacar un ojo, puede hacer mucho daño si se lanza a mala idea o incluso si se tropieza con ella de forma accidental», señala uno de los informes encargados. «La belleza de algunas de ellas no debe llevar a engaño», insiste María Cantudo Calzado, experta española en prevención de pedradas. «Si te dan con una, duele», advierte.
La Eurocámara ha dado el visto bueno a un acuerdo sellado por sus representantes con los Estados miembros para poner en marcha un nuevo reglamento, que será obligatorio nueve meses después de su entrada en vigor. Este reglamento obliga a todos los países comunitarios a eliminar las piedras y prohibir su uso y su tenencia.
Con el voto de hoy se pone fin a un proceso que inició el propio Parlamento en 2006, cuando 425 eurodiputados -algunos de ellos con moretones y cicatrices en varias partes del cuerpo- firmaron una declaración escrita pidiendo la prohibición de las piedras. Aunque inicialmente se buscaba su total eliminación, al final se ha optado por permitir su estudio por parte de geólogos autorizados.
Con esta medida, la UE sigue a nueve de sus miembros (República Checa, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Francia, Italia, Eslovenia y Luxemburgo) que ya han vetado las piedras sin distinción de tipo o de tamaño o han anunciado su intención de hacerlo.
