Un nuevo tipo de ecografía sencilla puede detectar la presencia de hasta siete tipos diferentes de demonios internos en casi cualquier persona, según acaba de anunciar la universidad John Hopkins. “Según nuestros datos, todos los humanos tienen demonios que permanecen enterrados en las zonas más oscuras de su interior y a los que cuesta horrores enfrentarse, pero ahora será más fácil identificarlos”, ha explicado Nathalie Astiber, la investigadora que ha descubierto esta nueva prueba de diagnóstico.
Según la científica, en realidad no es tan difícil localizar a dichos demonios porque chillan por las noches haciendo imposible el sueño, martirizando con sus llantos y aconsejando hacer cosas malas. Por lo tanto, aparecen en las ecografías y solo hay que seguir sus horribles gritos que piden sangre, comida u otro tipo de ofrendas innombrables.
“Una vez aparecen los demonios en pantalla, el paciente es capaz de reconocerlos y no se sorprende porque él ya sabía que los tenía ahí, porque forman parte de él”, dice Astiber.
Aunque el test es un gran avance, combatir los demonios será difícil, dado que, como mucho, se puede aspirar a aceptarlos y silenciarlos. “¿Pueden ser derrotados? No se puede, porque en el fondo los demonios interiores somos nosotros mismos, forman parte de nosotros, nos definen”, explica la investigadora.
Hace algunos años, Astiber ya desarrolló otra prueba de diagnóstico que permitía localizar el cadáver de nuestro niño interior, lo que ha permitido el desarrollo de un fármaco que permite evacuar, por vía rectal, al niño que fuimos y que ya murió.
