«Vale, vaaale, venga, es verdad que un poco sectita sí que somos, nos habéis pillado. Hala, para vosotros la perra gorda», reconocía esta mañana la portavoz de la Cienciología, Karin Pouw, en un comunicado enviado a BBC Mundo. Admite Pouw que «si creerte una serie de movidas sobre el universo y esas cosas implica que eres una secta, pues muy bien, supongo entonces que es lo que somos».
Las declaraciones de esta portavoz rompen con la política de comunicación que ha seguido este culto desde su creación y, de hecho, es la primera vez que una secta acepta sin reticencias su carácter sectario. «Es verdad que estamos un poco como una cabra, pero quién no. Y también es cierto que, una vez te metes en la movida esta, lo tienes complicado para salir. Si queréis llamar secta a esto, por mí ok», agrega la ciencióloga con total franqueza pero sin mostrar arrepentimiento en ningún momento.
En el mismo comunicado, titulado «Somos una secta, sí, qué pasa», la Cienciología anima a otras sectas a «perder la vergüenza y el miedo a la palabra ‘secta’, porque es lo que quieren. Mostrémonos orgullosos de nuestras chaladuras y seremos invencibles».
Al cierre de la edición, el fabricante de robots de cocina Thermomix ha anunciado que está a punto de mandar también un comunicado a los medios.
