Mostrando claramente signos de retraso mental al decir que “es agradable escuchar la lluvia y notar que ya vuelve el frío”, Alejandro Ortín C., de 38 años, ha vuelto a ponerse en evidencia entre sus allegados al celebrar la llegada del otoño. “Es bonito ver cómo cada día los días son más cortos y la noche llega antes”, ha declarado el muy gilipollas, creyéndose una especie de poeta maldito o un vampiro o algo así y poniendo de los nervios a todos sus amigos, que están hartos de sus putas mierdas de los cojones.
En su entorno, que considera que, o bien está mintiendo para llamar la atención, o bien es imbécil, aseguran que lleva días alegrándose “de forma explícita y sin mostrar vergüenza” de que ya se haya acabado el verano.
“A estar en casita, que ya apetece plan de ‘mantita y peli’”, ha dicho dicho el muy miserable, como si no hubiéramos estado encerrados en casa todo el maldito año.
“Las hojas secas, el rooibos calentito, esta ligera tristeza que parece que lo inunda todo con una luz marchita como de fotografía antigua…”, ha enumerado como si no fueran cosas horribles sino sensaciones que solo una mente privilegiada, sensible y claramente dotada para la poesía como la suya puede apreciar. Cosas que los demás mortales claramente no podemos disfrutar, dado que somos unos catetos capaces de gozar únicamente del sol, la playa, el tiempo libre y otros lujos propios de analfabetos sin gusto.
El Señor-Manga-Larga, Príncipe-de-las-Bufandas, Duque-del-café-con-Leche-para-llevar, que debe de creerse especial por pensar que la lluvia, el viento y la oscuridad son preferibles a la luz y las temperaturas agradables, ha llegado a decir que su segunda estación preferida es el invierno pues, según sus palabras, “invita al recogimiento, a la reflexión y a la charla sosegada”.
“Es como tiempo de escuchar jazz, ¿no?” ha sido otra de las frases pronunciadas por el muy subnormal.
Al cierre de la edición, el puto imbécil ha publicado en Instagram una fotografía de una sopa con el texto “ya apetece” cuando aún estamos a 26 grados y aún hay gente bañándose en la playa.
