Tras años sufriendo en silencio la ineptitud de su terapeuta, Ana Belén González Hernández, de Las Palmas de Gran Canaria, ha confirmado a la prensa esta mañana que ha decidido finalmente hacer frente a sus problemas y ha contratado a un segundo terapeuta al que poder hablar de su primer terapeuta. “Mi terapeuta es tan malo que me está provocando mucha ansiedad y necesitaba hablarlo con un profesional”, ha explicado González.
Según dice, llevaba años arrastrando los problemas con su terapeuta y ha tardado tanto tiempo en afrontarlos por “prejuicios tontos” y por el estigma social que hay por tener un segundo terapeuta que te ayude a lidiar con el primero. “Tener dos terapeutas es completamente normal, no significa que estés el doble de loco”, defiende González.
“Tengo fobia a despedir a terapeutas y confío en que mi segundo terapeuta me dé herramientas para despedir al primero», explica Ana Belén, aunque sabe que la terapia es muy, muy lenta y no espera ver resultados positivos hasta de aquí dos o tres años. Por ahora, su segundo terapeuta (al que ve los viernes) solo le está enseñando a ser más franca, más honesta y menos defensiva con su primer terapeuta (al que ve los martes), pues la hipótesis sobre la que está trabajando es que el problema es de Laura, que se muestra recelosa y defensiva.
A última hora, diversas fuentes han informado de que Laura ha decidido solucionar los problemas con su segundo terapeuta con alcohol.
