Blanka, el luchador brasileño de piel verde conocido principalmente por su participación en el videojuego Street Fighter, ha fallecido esta madrugada en el zoológico de Dusit, en el parque Khao Din de Bangkok. Lo ha anunciado Capcom, la compañía responsable del videojuego, en un comunicado en el que asegura que murió «en paz, descansando en su jaula».
Aunque las autoridades locales niegan cualquier relación entre ambos acontecimientos, el fallecimiento de Blanka ha coincidido con un fallo en el suministro eléctrico en las principales regiones del sureste asiático. Cabe recordar que una de las habilidades de Blanka era generar electricidad con su particular epidermis.
«Se convirtió en un juguete roto y pasó sus últimos días malviviendo en condiciones insalubres e impropias de la leyenda en la que se había convertido», lamenta Mario De Miguel, experto en derechos de los animales en el sector de los videojuegos. «Después de las tortugas del Super Mario Bros, golpeadas sistemáticamente, Blanka es una de las criaturas más maltratadas de la historia de los videojuegos», añade.
Algunos jugadores han recordado en las redes sociales que Blanka nunca fue un animal sino un hombre brasileño llamado Jimmy que tuvo un accidente de avión y acabó en el Amazonas, donde creció asalvajado. Muchos han rememorado hoy las fotografías que se hizo Sofía de Borbón con Blanka en una de las pocas visitas que hizo a España.
Ryu y Ken han lanzado «hadoukens» al firmamento en señal de respeto por el fallecido, que será enterrado en la pantalla del árbol verde.