Después de más de un año de viaje, Mark van Raaij, un aventurero de origen holandés, se ha visto obligado a repetir la vuelta al mundo porque se saltó Cuenca. El joven se percató de su error cuando ya estaba a menos de dos kilómetros de su Utrecht natal. Al ojear el mapa, comprobó que no había pasado por la provincia de Cuenca en las primeras fases de su viaje.
“Mi objetivo era recorrer todo el planeta, así que al dejar atrás Cuenca no me queda otra que empezar otra vez”, lamenta física y mentalmente agotado. “Me he gastado todos mis ahorros y ya no me quedan días para pedir en el trabajo, pero si no voy a Cuenca sentiré que he vivido una mentira y mi sueño de dar la vuelta al globo jamás se habrá cumplido”, se sincera con una visible desesperación.
El viajero holandés ha pasado por todos los pueblos del mundo menos Motilla del Palancar, que se le olvidó completamente. “Al final duermes poco, comes mal y hay cosas que se te pasan”, trata de excusarse. Toda la población de la localidad conquense estuvo esperando durante días la llegada de Mark van Raaij, pero esta nunca se produjo y desde entonces el pueblo está más triste y alicaido que nunca.
En cuanto descanse unas horas en su casa de Utrecht, el aventurero volverá a emprender la vuelta al mundo, aunque esta vez se asegurará de pasar por Cuenca y también de evitar Murcia. “Los nativos de ese lugar me lanzaron piedras y, sinceramente, al ver sus caras no podría aseverar que fueran terrícolas y que pasar por allí compute en la vuelta al mundo”, confiesa.
