Sacando partido de la gran capacidad del alemán para sintetizar conceptos complejos y aunarlos en una sola palabra, un equipo de filólogos berlineses ha logrado esta semana crear el término definitivo que lo significa todo. «El referente es el todo, comprimido en un único vocablo de 3.500 caracteres, que es la mayor compresión lograda hasta la fecha», explicaba esta tarde el doctor Hans Holmberg desde su despacho en la Universidad de Humboldt. «En pocas palabras: una sola palabra», ha añadido.
Según los expertos, la palabra en cuestión lo contiene todo, todo el conocimiento y todo el cosmos. Por tanto, los sujetos que consiguen pronunciarla se quedan en silencio para siempre, pues ya no tienen nada más que decir. «El austriaco Ludwig Wittgenstein dijo que de lo que no se puede hablar hay que callar. Yo añadiría que hay que callar también cuando todo ha sido dicho», ha argumentado Holmberg, negándose a hacer más declaraciones.
Nadie excepto este equipo de filólogos sabe qué palabra es esa que han inventado, pues «es el todo pero también la nada, con lo cual la palabra misma es la nada, y preguntar por la nada es obtener la nada por respuesta», han sentenciado enigmáticamente los especialistas, agregando que «es un término que todo lo afirma y todo lo niega, y por tanto es la negación de sí mismo, a la par que su más rotunda afirmación».
Dejando que los alemanes se queden «con sus movidas filosóficas de siempre», los filólogos españoles han recomendado seguir usando el vocabulario habitual y emplear la palabra «movida» para todo aquello que no se pueda expresar.
Al cierre de la edición, el Círculo Escéptico de la Universidad de Humboldt ha asegurado que «la palabra no existe», a lo que el grupo de filólogos ha replicado que «es una afirmación totalmente cierta y al mismo tiempo falsa».
