“Esto no hay quien lo entienda”. Con estas palabras ha lamentado el Gobierno que las instrucciones de los 60 millones de test que se han comprado esta semana estén en chino. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha estado tratando de descifrar alguna de las palabras que se encuentran en las instrucciones pero de momento no ha sido capaz, según fuentes cercanas.
“Esto está lleno de palos entrecruzados y movidas súper raras, no creo que las entiendan ni ellos”, ha asegurado Pedro Sánchez a sus asesores al desenvolver los 60 millones de test con los que se pretende diagnosticar a los contagiados por el Covid-19. “Es muy inoportuno que todos los residentes chinos en España hayan desaparecido ahora que nos vendría tan bien que alguien nos tradujera esto”, ha añadido el presidente claramente preocupado.
“Aquí dice que hay que poner la lengua de la paloma en el escudo del cajetín”, se ha aventurado a decir José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. “En esta línea pone que el viento helado se tiene que introducir por el ano del pájaro carpintero. ¿Alguien ha visto algún pájaro”, preguntaba el vicepresidente Pablo iglesias, olvidando que el idioma que él sabe es el coreano del norte y no el chino.
La única esperanza del Gobierno para no tener que deshacerse de los 60 millones de test es que los intérpretes de lengua de signos del Congreso también sepan interpretar los símbolos chinos. “Si nos sacan de esta prometemos ponerlos en unos recuadros más grandes”, ha dicho Pedro Sánchez.
