«El recuerdo de aquel dolor de cabeza que tuve hace meses ya casi se ha desvanecido por completo. Lamentablemente, el de ahora sigue». Así explicaba hoy José Belaño en su muro de Facebook la experiencia vivida después de tomarse una pastilla de paracetamol caducada. Insiste en que el dolor del pasado se está yendo de su memoria, hecho que podría suponer todo un hallazgo y ayudar a la superación de dolorosos traumas del pasado.
«Entre 2006 y 2007 sufrí una depresión bastante fuerte y aguanté sin ir al médico. Fue una etapa horrible pero en la farmacia no me venden antidepresivos caducados, ni siquiera con receta caducada», explica Belaño, que quiere sacar más partido de su descubrimiento.
La Asociación Española de Farmacéuticos advierte de los riesgos impredecibles que tiene el consumo de fármacos caducados, pero Belaño insiste en que «es lógico que lo critiquen porque lo que quieren es vender, como pasa con los yogures». Ha rebuscado en el botiquín y ha encontrado un antiácido caducado en 2018 que, según dice, le ha quitado también el recuerdo de la acidez que le provocó la comida de la boda de su prima Mari Ángeles. Y está decidido a seguir buscando medicinas caducadas «hasta borrar todo el dolor que me ha tocado soportar todos estos años, porque no tiene sentido sufrir pero menos aún haber sufrido».
Durex ha recordado hoy que el uso de preservativos caducados puede provocar el nacimiento de hombres hechos y derechos.
