Después de dos años en una relación sana en los que ha vivido un proceso complicado de adaptación a todo tipo de respuestas educadas y a comportamientos respetuosos, Marisa Rubiales, una joven madrileña de 29 años, por fin se empieza a sentir preparada para volver a salir con hijos de puta. Desde hace unos meses, Marisa empieza a aburrirse y a echar de menos las discusiones sin sentido que le provocaban días de absoluta tristeza y frustración.
“Ya me siento mentalmente fuerte para volver a dejar que me hagan daño”, ha dicho emocionada. Marisa está muy ilusionada por conocer al próximo hijo de puta que la arrastrará a un infierno emocional del que tardará años en salir. “Me apetece volver a enfadarme con mis amigas por culpa de una pareja inmadura e insegura”, se sincera después de dos años de absoluta calma. “Quizás pueda encontrar a una persona que proyecte sus inseguridades en mí y convierta mi vida en una insoportable montaña rusa de emociones”, ha agregado.
Gracias a lo bien que le ha sentado mentalmente la relación sana, Marisa confía en poder encadenar al menos tres hijos de puta antes de tener que volver a salir con alguien normal. “Estoy en un momento muy bueno y creo que ha llegado la hora de volver a ir hacia abajo”, expresa con impaciencia. “Echo de menos las discusiones por Whatsapp y las noches de quedarme en casa llorando”, continúa. “No quiero seguir perdiéndome todo eso”, insiste.
Al cierre de la edición, después de que haya roto con él, la prensa ha podido saber que su exnovio normal ya se siente preparado para pagar con la próxima persona que conozca el daño que le ha hecho Marisa. El exnovio se comportará tan mal con su futura pareja que no se descarta que pueda volver con Marisa mucho antes de lo esperado.
