Si eres mujer y te gusta el helado, estás de enhorabuena. Esta semana la activista sueca Ingrid Wamback ha logrado una conquista de género sin precedentes que promete revolucionar el feminismo para siempre. Esta mujer se comió una tarrina de helado entera sin haber sufrido ningún desengaño amoroso. ¡Estando perfectamente bien de ánimo! ¿No es de locos?
Gracias a este valiente gesto, ahora sabemos que ya no es necesaria la ayuda de un hombre para ponerse un pijama viejo, una película navideña de sobremesa y sentarse a engullir grandes cantidades de helado. Hasta hace poco las mujeres necesitaban a un hombre para sentirse tristes y querer autodestruirse, pero estamos en 2019 y las mujeres han demostrado que no necesitan a nadie para tocar fondo. Sorry, guys!
El helado, el chocolate o las golosinas siempre estuvieron fuera del alcance de las mujeres. Alguien del género masculino tenía que dejar de responder a tus mensajes y después subir una foto con Noelia en su cuenta de Instagram. ¿Lo recuerdas? Pues ahora ya no necesitas esa foto para sentirte inferior a Noelia. Ni siquiera necesitas que exista Noelia. Tú sola puedes empoderarte y sentirte como una mierda sin la ayuda de los demás.
Empieza a disfrutar realmente del helado. Vacía esa tarrina de vainilla con nueces de macadamia que tienes desde hace meses en el congelador, pero esta vez sin esas molestas lágrimas cayendo por tus ojos, sin pensar en Rubén, ni tampoco en Noelia. Pensando solo en lo rico que está el helado y en los millones de calorías que dejaste de consumir en los últimos años por culpa de los que te hicieron creer que no podías hacer algo que sí podías hacer. You go, girl!
