Diciendo que su oferta audiovisual es “mucho más cómoda y personalizable” que la de plataformas como Netflix o HBO, Ikea ha anunciado un nuevo servicio de vídeo en «streaming» que obliga a sus suscriptores a montarse las series y películas en casa. Los clientes del nuevo Ikea Video recibirán en sus domicilios actores, figurantes y decorados y solo tendrán que seguir las indicaciones del guión para producir los capítulos de cada serie.
“Creo que he montado el capítulo al revés porque acaba fatal, pero es que el guión no estaba muy claro, tiene demasiadas páginas y hay pocas acotaciones”, se queja Montse López, de Valladolid, una de las primeras españolas en suscribirse al servicio. También se queja de que hace falta mucho espacio libre para poder rodar cada escena. Ella decidió ir a Ikea a buscar las piezas de la serie ’Billy’s Choice’ para ahorrarse el envío a domicilio y luego tuvo problemas para subir a los 15 actores por las escaleras, pero admite que “la relación calidad-precio es muy buena”.
Algunas asociaciones de consumidores ya han denunciado que Ikea Video promociona un consumo poco responsable y que hace que los contenedores de las ciudades se llenen de operarios de cámara y actores que los ciudadanos tiran a la basura cuando ya han visto una serie o película.
Ikea no es la única empresa revolucionando la industria del entretenimiento. Hace dos meses, LG anunció sus nuevos televisores ultrarrealistas y con una calidad de imagen nunca antes vista porque son cajas de cartón con marionetas y el guión de la obra «María Pelusa y los tres ratones».
