Aunque el inicio de la película estaba previsto para las 21:15 horas, Alberto Camuñas, un hombre de 57 años natural de Leganés, ha llamado esta tarde al cine para reservar una mesa para seis a las 21:30 de la noche. “Seremos seis, nos gustaría sentarnos en una zona con poco ruido, cerca del pasillo si puede ser”, ha especificado al metre de la sala en la conversación telefónica.
Muy puntual, Camuñas ha llegado acompañado de sus familiares y amigos al cine y, al ver el sitio que les habían preparado, visiblemente indignado ha exigido hablar con el responsable del local. “¡Menuda vergüenza! Nos han colocado a los seis en fila y así no nos podemos ni ver las caras”, ha protestado mientras trataba de mover los asientos ante las quejas de las demás personas que se encontraban en la sala.
Al hombre tampoco le ha gustado nada que el cine estuviera a oscuras y ha exigido que encendieran la luz para poder ver el menú. «Aquí hacen muy buenas palomitas», ha dicho. Una vez que, tanto él como sus cinco acompañantes, han terminado sus respectivos platos, Camuñas ha solicitado que pusieran en pausa la película para poder cantar “cumpleaños feliz” a uno de los comensales mientras un acomodador entraba la tarta alumbrando el camino con una linterna.
Según testigos presenciales, después de acabar de comer la tarta, Camuñas se ha pasado todo el tercer acto de la película gritando a los actores que le trajeran la cuenta.
