Isdin ha lanzado al mercado esta semana una crema de protección solar prometiendo que se trata de «la solución definitiva contra los rayos UVA y los rayos UVB». El producto ni siquiera especifica el factor de protección porque «la exposición de la piel es nula». El secreto de esta nueva fórmula se encuentra en la textura aceitosa de la crema. «No hay que aplicarla en las zonas expuestas de la piel ni mucho menos, basta con untarla en las manos», promete el fabricante. Una vez aplicada la crema, será imposible abrir el pomo de la puerta para salir de casa e ir a la playa, pues nuestros dedos serán «como de aceite», con lo que optaremos por quedarnos en casa protegidos bajo techo.
Otra posible aplicación de la nueva crema «Isdin Slippery Total Protection» consiste en untársela en los pies, de modo que, incluso si otra persona nos abre la puerta de casa, estaremos protegidos porque seremos incapaces de desplazarnos sin resbalar. «Si, por lo que sea, intentamos quemarnos a propósito, esta crema nos lo pone realmente difícil», insiste Isdin.
Como era de esperar, la total protección frente al sol del verano tenía que tener algún efecto o contraindicación: la marca reconoce que, con la crema puesta, es imposible o muy poco recomendable conducir o manejar maquinaria pesada. El producto también es incompatible con salir de casa para ir a la piscina o a la playa a tomar el sol. «Se trata de protegernos del sol incluso cuando decidimos correr el riesgo de exponernos a su radiación. La crema nos lo va a impedir y al final del día, cuando el sol se haya ido y nuestra piel siga sana y sin ronchas, lo agradeceremos», argumenta la compañía.
