Esta mañana se ha vivido un acto heroico en el hospital Abente y Lago de A Coruña. A primera hora del día, un bebé ha saltado de un útero en llamas y ha salvado el matrimonio de sus padres en el último segundo. “La madre llevaba toda la noche con contracciones y había dilatado bastante, pero el parto no llegaba y las discusiones con su marido comenzaban a ser muy desagradables”, reconoce la doctora Fernández, presente en el momento del nacimiento.
Testigos presenciales aseguran que el bebé saltó del útero en llamas y salió de la vagina sin mirar hacia atrás en ningún instante, demostrando que era el bebé perfecto para realizar la misión que se le había encomendado: salvar una relación en crisis.
“Sus padres estaban a punto de mandarse a la mierda para siempre, parecía que todo estaba perdido, pero entonces el bebé apareció de un salto, se descolgó por el cordón umbilical y salvó el matrimonio”, relata uno de los enfermeros.
“Yippi ka yei, hijo de puta”, le ha dicho el bebé al conflicto que tenían sus padres y que les estaba costando la relación justo antes de acabar con él de una patada. Al salir, el recién nacido incluso tuvo tiempo para coger un sombrero antes de que la vagina se cerrase a su paso. Los médicos lo han felicitado por su hazaña dándole una sonora palmada en el culo.
Los facultativos han confirmado que la madre se encuentra estable y la pareja está muy feliz porque se ha salvado su matrimonio “aunque haya sido con tanto suspense”.
Lo que los padres no saben es que en en un futuro… el bebé que ahora parece un héroe se convertirá en un villano y en la mayor amenaza a la que se han enfrentado jamás. ¿Serán capaces de tener otro hijo a tiempo para volver a salvar la relación?
