Los rodajes de cine porno en España han tenido que interrumpirse esta semana por culpa de la huelga de fontaneros convocada el pasado lunes y cuyos servicios mínimos apenas sirven para contener las humedades que afectan cada día a decenas de domicilios españoles.
«Son chicos malos, muy malos», se quejaba esta mañana Neriah Thunder, directora de «5.678 sombras de Grey», que ha tenido que encargar comida rápida porque el técnico que tenía que acudir para arreglarle el microondas aún no se ha presentado y el tema le está calentando.
Los fontaneros, por su parte, protestan porque están «hasta el culo de trabajo» y los clientes les entretienen durante la realización de las reparaciones. «Muchas veces nos llaman por averías en conductos que no forman parte de nuestra especialidad. Cuando intentas explicarlo, la gente no te escucha y poco menos que te obliga a salir del paso con la primera herramienta que tengas a mano», explica uno de los huelguistas.
El gremio considera que «no hay un verdadero interés por nuestro trabajo» y además denuncia que su situación económica es precaria. «Si quieres te enseño la hucha», propone uno de los fontaneros para acreditar sus problemas monetarios.
Los miembros de la industria del porno advierten de que la crisis que se ha abierto con este tema es «muy profunda» y son muchos los actores y actrices que se llenan la boca elogiando el trabajo de los fontaneros, que pese a las buenas palabras no pueden contener las fugas.
«Que dejen de obligarnos a cobrar en negro porque esto solo sirve para tapar agujeros pero no resuelve la situación», insisten los fontaneros, que reclaman un paquete de medidas urgente y ruegan que los profesionales de la pornografía entiendan su postura y se animen a acercar posiciones para encontrar una salida.
