Tras gobernar ininterrumpidamente desde hace milenios, Zeus, el padre de los dioses y los hombres, ha debido ceder su cargo a Alexis Tsirpas, líder de Syriza, que ayer mismo fue nombrado primer ministro del maltrecho país heleno tras pactar con la derecha nacionalista griega Griegos Independientes (ANEL).
Zeus, hijo de Gea, no tuvo ninguna posibilidad ni en las elecciones ni en las encuestas.
El ya primer ministro se reunió ayer al mediodía con el arzobispo de Atenas y líder de la Iglesia de Grecia, Ieronimos, al que comunicó que no prestaría juramento, convirtiéndose en el primer jefe de Gobierno que prescinde tanto de ese ritual como de quemar la carne de 15 reses a modo de ofrenda al Olimpo.
Zeus, dios del cielo y el trueno, no ha hecho aún valoraciones sobre su derrota, pero la prensa ha adelantado que su hermano Poseidón podría ofrecer terremotos a fin de entorpecer la formación de Gobierno de Tsirpas.
“Mis primeras elecciones consistieron más bien en derrocar, junto a mis hermanos, a mi padre, Crono, y al resto de titanes para encerrarlos en lo más profundo de la Tierra”, explicaba hace poco Zeus, dios del cielo y el trueno, recordando su ascensión política durante la campaña electoral. De cara a los próximos comicios, Zeus ya prepara una campaña política consistente en raptar alguna de las hijas de Tsipras y hacerla madre de sus vástagos.
Al cierre de la edición, Alexis Tsirpas está debatiendo con su recién creado gabinete cuál de los efebos de toda Grecia es el más bello de todos para, posteriormente, yacer con él.
