La cadena internacional Starbucks Corporation ha comprado la ciudad de Teruel para convertirla en una de sus cafeterías, la tercera más grande de Europa.
El acuerdo, cerrado esta misma mañana, supone una «importante inyección económica para España y convierte Teruel en la ciudad con mayor número de Caramel Macchiato por habitante», en palabras de la portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
«Primero fueron los iberos, luego los romanos, luego vino Alfonso II y ahora Starbucks. Las ciudades evolucionan, es normal», ha explicado el alcalde de la cafetería, Manuel Blasco, que asumirá el cargo de supervisor del establecimiento.
La cadena se ha comprometido a mantener intacto el patrimonio artístico mudéjar de la localidad, que rodeará de confortables butacas y pequeños carritos con servilletas y distintos tipos de azúcar.
«Primero los iberos, después los romanos, luego Alfonso II y ahora Starbucks», declara el alcalde
«Es la fusión de lo nuevo y lo viejo, de los regañaos y los muffins», admitía el alcalde, que describe la operación como «el paso lógico» que Teruel tenía que dar «para estar en el mapa. Al menos, en el mapa de locales que sale en la web de Starbucks».
Los habitantes de Teruel recibirán como compensación la tarjeta VIPS, que les permitirá acumular puntos con grandes descuentos, y podrán acceder asimismo a la clave del WiFi preguntando por el código en la barra del local, que rodeará todo el perímetro de la ciudad.
«He perdido mi casa y ni siquiera me gusta el café, pero el alcalde le ha puesto mi nombre a una taza y la verdad es que me ha hecho bastante ilusión», admitía uno de los primeros clientes turolenses.
Se espera también que el nuevo Starbucks -el primero que es capital de provincia- fomente la llegada de jóvenes a la ciudad con el índice más alto de vejez. Los ancianos, en cambio, deberán emigrar a otras regiones en las que se sirvan carajillos y que dispongan de máquinas tragaperras.
