Tras días de preparación, una madre de Alicante cree estar en posesión de un plan perfecto para conseguir burlar las barreras defensivas de su hijo pequeño e introducir una pequeña cantidad de verduras en su inexpugnable sistema digestivo.
“Él creerá que está comiendo macarrones con carne y salsa de tomate pero, camuflados entre el rojo de la salsa, habrá varios trocitos de col que será incapaz de ver”, ha explicado a los periodistas, exponiendo los detalles de su intrincado plan.
“Si observamos la salsa que llevo días preparando, podemos ver que hay verduras aquí, aquí, aquí y aquí; sin embargo, no se ven a primera vista, esto es lo esencial”, explica la mujer.
“Él llegará y se sentará como siempre en esa silla, justo delante de la tele. El televisor le hará bajar la guardia y mantendrá su vista alejada del plato mientras las verduras hacen su trabajo y van colándose una a una en su boca para, posteriormente, alimentarle de nutrientes que él ni siquiera sabrá que están allí”, detalla.
Según explica, también será necesario coordinar la extracción de la bolsa de basura. «Si nota un sabor raro, revisará la basura en busca de restos vegetales y le saltarán todas las alarmas, cosa que no me puedo permitir”, añade. «Para que la col pase inadvertida, debe pensar como la carne, saber como la carne, parecer carne. Pero, una vez dentro de su cuerpo, deberá actuar como el vegetal que es», prosigue la madre, que lleva días entrenándose para superar un detector de mentiras por si su hijo la somete a un interrogatorio.
A última hora, fuentes cercanas a la cocina han informado de que la madre ha abortado el plan en un último ataque de inseguridad y, finalmente, ha quitado a mano los 136 fragmentos de col que había dispersos en la salsa.
