«Es solo pasar una vez cada dos o tres días y ponerles comida y agua, pero está todo el mundo fuera», ha asegurado Dios Nuestro Señor esta mañana a diversas fuentes cercanas, intentando desesperadamente encontrar a alguien que se ofrezca voluntario para acudir a visitar a los perros que habitan en el cielo de los perros mientras el Todopoderoso esté de vacaciones a partir de la semana que viene.
«Ni siquiera hay que sacar a pasearlos porque ahí ya tienen mucho sitio», dice
«Y cacas no hacen porque hablamos de sus almas, así que no hay que limpiar ni nada, solo pasarse por ahí y poner agua fresca y ventilar y dejar pasar a los perros nuevos que hayan fallecido y suban al cielo y estén esperando en la puerta», dice Dios. Las mismas fuentes informan de que es posible que, un año más, el Creador deba acortar sus vacaciones para poder estar pendiente de los «malditos bichos».
Según dice, Él dejará una bolsa inacabable de comida y un manantial de agua fresca justo en la entrada del paraíso canino, donde van todos los perros tras morir. Además, asegura, son todo perros muy buenos porque en el cielo de los perros no entra «cualquier chucho».
Al cierre de la edición, el Altísimo sigue sin haber encontrado a nadie que se ocupe de los perros. «Los perritos muertos están bien y hacen compañía, pero es verdad que es un poco engorroso cuando te quieres ir unos días. Atan mucho», lamenta Dios, que no descarta abandonarlos unos días en el purgatorio.
