«De repente no se carga nada. ¿Soy solo yo o a vosotros tampoco os va?» ha preguntado esta mañana Bill Gates, cofundador de Microsoft, refiriéndose a su conexión a Internet. El empresario y filántropo lleva dos horas intentando «mirar los mails» y asegura que «no se me bajan y se queda la pelota esa girando».
«Si el problema es global, la economía puede caer», advierte
El responsable de la empresa de software más importante del mundo cree que podría tratarse de un problema generalizado, pues «las lucecitas del router están todas verdes».
Además, Gates ha empleado la herramienta «Solucionar problemas de conexión» que incluye su sistema operativo pero «me pone que está todo bien y sigue sin ir».
El empresario, además, ha hablado con sus contactos en Microsoft llamando al teléfono de atención al cliente, donde le han preguntado si había probado a reiniciar. «He reiniciado dos veces y nada, estamos en las mismas», ha dicho.
Habiendo realizado todas estas comprobaciones, Bill Gates ha concluido que «nos estamos enfrentando a un desafío global».
A través de la Fundación Bill y Melinda Gates, el multimillonario estadounidense ha decidido convocar de urgencia a más de 300 expertos en economía mundial y resolución de conflictos internacionales para «abordar la catástrofe antes de que empiece a afectar a la estabilidad de los mercados internacionales».
Para ello, ha invertido 200.000 millones de dólares en la contratación de «las mejores mentes del mundo occidental», encargándoles el objetivo de «planear estrategias para evitar que la caída generalizada de Internet afecte a nuestras vidas».
«Espera, espera, espera, que parece que ya chuta», ha dicho al final
Bill Gates considera que «si nos quedamos sin conexión de forma permanente, los mercados se desplomarán y nuestro mundo, tal y como lo conocemos, caerá igual que han caído nuestros servidores».
A última hora de la mañana, y de forma inesperada, Bill Gates ha comprobado con alivio que la página de Google se había cargado tras horas refrescando el navegador. «Espera, espera, espera, que parece que ahora ya chuta», ha concluido.
Solucionado el problema, Gates ha desconvocado al comité de crisis y ha retirado la inversión inicial, pero sigue describiendo «la mañana negra del 16-M» como «una advertencia para todos que nos obliga a estar preparados y a ser conscientes de lo frágil que es nuestro modo de vida actual».
