Tras solicitar los servicios de una prostituta después de un duro día de trabajo en el Mobile World Congress de Barcelona, un ejecutivo del sector de las nuevas tecnologías ha insistido en pagar a la meretriz con un puñado de bitcoins, la moneda virtual creada en 2009.
La prostituta, Marisa Gómez, propietaria de la empresa unipersonal “Prostituciones Gómez”, se niega a cobrar al ejecutivo con la divisa electrónica, según informan fuentes cercanas al hotel donde ha tenido lugar el encuentro entre ambos.
“Yo entiendo que esta moneda puede acabar implantándose a una escala global pero, debido a los recientes problemas de seguridad de los que se ha tenido noticia, renuncio a aceptarla a cambio de polvos, habida cuenta sobre todo de la inestabilidad del mercado financiero actual”, ha declarado Marisa.
“Yo digo sí a la innovación, pero hasta cierto punto”, ha añadido.
Según explica, otro asistente al Mobile World Congress ya intentó ayer solicitar sus servicios a cambio de probar “de manera exclusiva” el nuevo modelo de tablet de Samsung. “Yo le dije que o me pagaba en efectivo o se olvidara de hacerme el ‘unpacking’ del coño”, dice.
Según se ha sabido a última hora de la mañana, el ejecutivo, en un último y desesperado intento por pagar a la prostituta, ha intentado cederle el 2% de sus acciones de Nokia. «Con las acciones de Nokia no te da ni para una paja bolsillera en el párking”, ha contestado Marisa Gómez, que ha pasado a pedir ayuda a Manuel “el dientes”, su asociado.
