Tras registrar el equipaje de unos viajeros, Antonio F., un agente de la Guardia Civil que trabaja en la aduana del aeropuerto de Barajas, ha vuelto a doblar la ropa en la maleta dejándola mejor de lo que estaba y añadiendo un popurrí de flores secas para perfumarla.
“Si se dobla bien cabe más ropa”, ha dicho justo después de planchar las camisas, y antes de meterlas en la maleta.
Según han informado diversos viajeros, el agente ha procedido de la misma manera en todos y cada uno de los registros que ha llevado a cabo esta mañana.
“A algunos les añado una bufandita porque veo que llevan poca ropa de abrigo y en los países europeos hace más frío que en España», ha explicado el agente. Según afirma, siempre acude a trabajar con varias bufandas por si tiene que prestar alguna a los viajeros.
A las 11:40, el agente ha iniciado un cacheo que ha culminado en masaje. “Tenía que registrarme porque he pitado en la máquina pero al final ha notado que tenía las cervicales fatal y me ha dado un masaje de media hora que me ha dejado nuevo”, ha explicado un complacido ciudadano.
“Mientras me daba a mí el masaje, ese perrazo enorme que tiene ha estado entreteniendo a los críos”, ha añadido.
