La empresa japonesa Casio acaba de presentar un prototipo biotecnológico que combina la complejidad del organismo humano con la fría precisión de un instrumento de cálculo.
Se trata de la primera mujer calculadora construida por el hombre y, según el fabricante, «se parece mucho a las que produce la naturaleza, pero la nuestra al menos viene con manual de instrucciones». Entre sus prestaciones, figura la capacidad de manejar grandes cifras dividiendo tus ingresos y multiplicando por cero tu autoestima.
Se mantiene inerte hasta que la tocas
«Esta mujer calculadora no gasta demasiadas energías por nadie. Se mantiene inerte hasta que la tocas, y entonces es cuando se enciende», explica Casio en la nota de presentación del producto. La marca también promete que el artefacto «no tiene margen de error y con ella no vale lo de salirse por la tangente. Supera con creces la rapidez mental del hombre y, al tiempo que te lo da todo, también puede dejarte a cero en un instante si presionas la tecla equivocada».
Las asociaciones feministas se muestran divididas
La nueva mujer calculadora ha provocado reacciones muy variadas. Muchos usuarios se han manifestado profundamente aterrados ante la posibilidad de que el artilugio escape a su control, y algunas teóricas feministas hablan de «burdo agregado de tópicos sobre la mujer objeto» y vaticinan el fracaso del aparato «porque los hombres nunca han sabido manejarnos con los dedos».
Otras, sin embargo, creen que se puede aprender mucho de la tecnología: «Este aparato puede ser un referente de gran ayuda cuando las circunstancias te superan y tu mente no está para fríos cálculos», defiende Rebecca Walker en la publicación feminista «Cosmopolitan».
