Jeremy Rialto, profesor en la Universidad de Ginebra y colaborador de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, lleva dos semanas durmiendo en el sofá a causa de una discusión con su esposa.
Rialto es experto en resolución de conflictos internacionales, siendo especialmente reseñable su participación en las negociaciones de paz de Camp David, en julio de 2000. Pese a ello, no ha logrado que su mujer le dirija la palabra y sus maniobras de acercamiento son del todo ineficaces, poniendo en peligro su prestigio profesional.
La actitud de la esposa recuerda «al peor Gadafi»
«Creo en el proceso de paz porque creo en los principios y valores esenciales que ambos compartimos», explica el experto, que ayer intentó a la desesperada recurrir al humor para desbloquear el enfado de su mujer. «Me desplacé a gatas hasta la puerta del dormitorio y empecé a arañar la puerta con las uñas maullando como un gatito. Creí que ese gesto tierno ayudaría a romper la tensión, pero mi esposa abrió la puerta bruscamente y me dio con ella en la cabeza, provocándome un intenso dolor físico pero sobre todo emocional», confiesa Rialto.
El experto en resolución de conflictos considera que su mujer «recuerda a los peores momentos de Muamar el Gadafi en su actitud gélida, arrogante y totalmente contraria al diálogo», y admite que ya solo aspira a un «divorcio amistoso» como el que se produjo entre la República Checa y Eslovaquia en el año 1993.
Rialto no descarta solicitar la ayuda de algún compañero, alegando que «la subjetividad inherente a ambos bandos exige el criterio de alguien que pueda analizar la situación desde una posición alejada». El doctor Abraham Lovern, especialista en el conflicto árabe-israelí, es más partidario de que los trapos sucios se laven en casa «sin mediaciones externas».
En estos momentos, el experto, aquejado de un intenso dolor en la espalda por el hecho de dormir tanto tiempo en el sofá, se muestra confundido y asegura que «todo empezó por una broma estúpida que hice sobre una chocolatina y que ella interpretó como una referencia a su peso».
[box type=»shadow»]Un Nobel de la Paz arrasa en un buffet libre
El expresidente finlandés Martti Ahtisaari, que ganó el premio Nobel de la Paz en 2008, ha sido acusado de «avasallar a la gente» en un buffet libre, llenando sus platos hasta los topes y dejando sin comida a varios comensales. «No se puede defender a los necesitados de las regiones más pobres y luego comportarse como un maldito energúmeno para que no te quiten el último langostino de la bandeja», explica uno de los clientes del buffet, que asegura que vio «la mirada de un tirano» en la expresión del Nobel, que empujó presuntamente a una anciana para adelantar un puesto en cola de la comida.[/box]
