Paleontólogos españoles y canadienses han descubierto en Teruel el fósil de un dinosaurio distinto a cualquier otro hallado con anterioridad. El animal, que ha sido bautizado como «Tyranosaurus Peloenpecho», es un terópodo del que se han hallado evidencias que muestran que tenía pelos en el pecho y huevos de gran tamaño. Por la forma de sus huesos han podido determinar, además, que su postura natural era desafiante «y como de echao p’alante». Taddy Porter, el jefe de la excavación, lo ha definido como «el típico dinosaurio que, de tener camisa, se la abriría para mostrar su musculatura y sus collares de oro».
Evolutivamente es el antecesor del típico cuñado
Podría decirse que estamos ante el primer cuñado de la historia del reino animal porque, según los paleontólogos, el «Tyranosaurus Peloenpecho» era un dinosaurio que iba de listo, el típico «enterao» que suele decir cosas como «Te lo dije» o «Déjame a mí que tú no sabes», además de alardear de sus conquistas, pese a que la mayoría fueran hembras fáciles cuyos fósiles muestran unas enormes tragaderas.
«Su ritual de apareamiento consistía, probablemente, en mostrar a las hembras su desdén y esperar a que ellas se volvieran loquitas por llamar su atención», explica Porter. «Nosotros somos paleontólogos y no juzgamos a los dinosaurios, pero las hembras de esta especie se dejaban llevar fácilmente por la apariencia chulesca de estos dinosaurios dando de lado a otros que podían ser mejores padres y les convenían más».
Este dinosaurio se habría extinguido, como todos los demás, a causa del enorme meteorito que impactó en la Tierra. «Pero no descartamos que, debido al comportamiento de este espécimen, él mismo intentara parar el meteorito con el pecho», apunta el experto. «Y si no se extinguió por el meteorito quizá fuera debido a la glaciación, dado que seguro que iba paseándose por ahí muriéndose de frío por dentro pero diciendo ‘¿Vosotros tenéis frío, maricas?».
