Tras visitar la web de Renfe, Mariano Rajoy se ha alarmado esta mañana al comprobar que dos trenes estaban circulando en direcciones opuestas y a alta velocidad, lo que según él puede provocar que choquen de frente con resultados catastróficos. En estos momentos, el presidente está reunido con un gabinete de crisis formado por los principales miembros de su Gobierno. Están haciendo cálculos para saber «dónde podría ocurrir el hipotético choque», que se antoja inevitable.
«Una vez se sepa dónde y cuándo coincidirán los trenes, será posible organizar un dispositivo de auxilio en ese lugar así como intentar poner, por ejemplo, colchones en las vías para minimizar el choque o avisarles de que frenen unos metros antes». Por ahora, los miembros del gabinete están calculando cómo desplazarse al lugar del inminente desastre. «Tenemos que calcular cuántos coches oficiales necesitamos si acudimos 13 personas y cada coche oficial tiene 3 plazas disponibles», ha explicado Soraya Sáenz de Santamaría a la prensa.
El Gobierno, que no quiere dejar nada al azar (de hecho, se está usando calculadora según una fuente cercana), ha consultado con Renfe y se están haciendo estimaciones sobre el posible número de víctimas. Por ahora, se sabe que cada vagón tiene capacidad para 58 personas y que cada convoy cuenta con 12 vagones. «Con estos datos, deberíamos saber la magnitud de la tragedia, pero ha habido tres cancelaciones y eso implica que los cálculos serán algo más lentos», ha explicado un portavoz. «Es probable, además, que encontremos muchos cadáveres mutilados, lo cual dificultará muchísimo cualquier dispositivo porque supondrá trabajar con fracciones y no con números enteros, y como llevamos poca legislatura aún no hemos llegado a ese tema».
El gabinete de crisis se ha puesto en contacto con el colegio público Villanueva de Segafredo, donde han puesto a trabajar a sus mejores alumnos, algunos de los cuales han sucumbido ante la presión. «La legislatura pasada ya nos llamaron para que resolviéramos un problema similar. Y ahora no pienso cargar con todas esas muertes. No quiero que esas muertes me persigan mientras viva. No estoy dispuesto. Ya nos pasaron el marrón de hacer la reforma laboral y ahora todo el mundo nos critica», ha declarado uno de los niños.
Son muchos los que han criticado que el Gobierno confíe en niños pequeños para dar solución a una emergencia que podría saldarse con una enorme cantidad de muertes. Desde el Ejecutivo se cree que el tema de la edad es relativo. «La edad del padre de uno de estos niños es el cuadrado de la de su hijo, y dentro de 24 años la edad de este padre será el doble de la del hijo. ¿Cuántos años tiene ahora cada uno? La solución es una incógnita. Así que nadie debería alarmarse por quién ponemos o no ponemos a resolver nuestras crisis. Lo importante es superarla y con nota», ha explicado un portavoz.
