Calvin Klein ha presentado esta semana su colección de ropa para la temporada que viene. El gigante estadounidense apuesta por líneas minimalistas y alegres y, en el caso de la ropa interior masculina, con «gotita de orina incorporada». De este modo, trata de evitarse que tengan que ser los propios usuarios los que depositen la conocida gotita de orina en sus calzoncillos igual que los tejanos se desgastan y es posible comprarlos desgastados de fábrica. «Es una línea que está inspirada en la abundancia de agua, con telas luminiscentes y muy vaporosas que permiten que la típica gotita de orina que se queda en el calzoncillo se transparente con formas muy sugerentes», señala la compañía en un comunicado.
Calvin Klein es la primera marca que se ha centrado «en ese pequeño diablillo incontrolable» para incorporarlo a sus prendas, pero es cierto que las revistas de moda ya habían prestado atención «a la típica gotita de orina que se queda en el prepucio y mancha la ropa interior» para convertirla en algo trendy. La revista para hombres «Esquire» publicó en octubre el artículo «Look hotter… on the urine». Y Marie Claire ofreció recientemente un número «especial orina» que encabezaba el amplio reportaje «La gotita: ¿cómo le gusta a él? ¿Y a ella?» donde se daban «43 sencillos trucos para dejar la gotita más sexy».
Pese a todo, desde Calvin Klein no dudan en atribuirse el mérito. «Le hemos dado una vuelta a la naturaleza de la ropa interior centrándonos en los aspectos sensoriales… Todo es de origen natural y está centrado en ofrecer una experiencia única», explican en su comunicado. Algunas asociaciones han lamentado el hecho de que, para fabricar esta ropa interior, la marca tenga fábricas en países subdesarrollados donde están obligando a los empleados a «escurrírsela gotita a gotita» sobre las prendas.
En Internet se ha aplaudido la iniciativa de Calvin Klein. «Si ya vienen con mancha de serie es estupendo, porque así ya ni hago el esfuerzo», comentaba un tuitero. Otro sugería a las marcas de tejanos que dejaran de fabricar cremalleras funcionales en sus tejanos: «Así podré salir del baño con la cremallera bajada. Y si se pone de moda ir con la chorra fuera todo el rato, ya seré feliz del todo».
