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Usa un dibujo de su hija para sacarse comida de entre los dientes

TAMBIÉN RECURRIÓ A UNA MANUALIDAD PARA RASCARSE LA ESPALDA

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La Audiencia de Cantabria ha condenado a un padre a indemnizar con 29 euros a su hija de siete años, a la que causó un inmenso trauma cuando usó un dibujo de la pequeña para sacarse comida de entre los dientes. Los hechos ocurrieron a las cuatro de la tarde del día 10 de agosto de 2010, cuando Martín Andújar recibió un dibujo «de una tortuga rosa» que le había hecho su hija expresamente y, tras mentir diciendo que era «lo más bonito que había visto en su vida» y «el mejor regalo que le habían hecho jamás», lo dobló por la mitad y usó una de las esquinas para arrancar de su premolar izquierdo unos hilos de carne procedentes de la pierna de cordero que había comido un rato antes. Cuando la hija vio aquello se puso a llorar y el padre, para compensarla, colgó el cuadro en la nevera. «A ver, es un dibujo bonito típico de un niño pequeño. O sea que tampoco es como para tatuárselo, no sé si me explico», se excusaba el padre ante el tribunal. 

«Es bonito porque lo digo con amor de padre, si no diría que no se sabe si es una tortuga o una caravana. Y la otra manualidad con la que me rasqué la espalda está perfectamente, que es de lo que se trata. Si la usé para rascarme es precisamente porque la tenía muy a mano. Y la tengo muy a mano porque le tengo mucho aprecio».

Martín argumenta, además, que si recurrió al dibujo de su hija fue precisamente porque «ya había agotado todas las demás vías» para sacarse el jirón de carne de entre los dientes y que, si hubiera tenido su cartera a mano, habría usado como mondadientes el bonobús o la tarjeta de visita de su cuñado, que es lo que suele hacer. «Yo en aquel momento era un hombre desesperado y mi hija apareció por allí en el momento justo con una herramienta clave. Así que, si eso es delito, entonces me declaro culpable». Según él, cualquier otra persona habría actuado igual. «Llevaba tres horas dándole con la lengua y soplando pero aquello no se movía».

El caso de Martín Andújar recuerda a otro mediático suceso en el que un padre fue denunciado por usar un Óscar «al mejor padre del mundo» para masturbar a su amante.

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