Según la última oleada del Estudio General de Medios (EGM), el sistema de comunicación interno de la Policía Nacional se ha convertido en la emisora líder en España alcanzando los 4.158.000 oyentes. Estos impactantes datos de audiencia se han atribuido a la facilidad con la que los ciudadanos pueden, de un tiempo a esta parte, interceptar la señal de la emisora policial. «Basta con entrar en Internet e informarse. Hay programas que te permiten escuchar nuestra radio hasta en el móvil», reconoce un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía.
Aunque el Ministerio del Interior ha advertido de que «la emisora de los cuerpos de seguridad es una herramienta interna que, si pasa a ser de dominio público, pierde eficacia y entorpece la labor de los agentes», lo cierto es que se ha planteado la posibilidad de incluir en su «parrilla» espacios publicitarios. «Si Zumosol empieza a patrocinar las retransmisiones de reyertas callejeras o Meetic se anuncia en episodios de violencia machista, las marcas acabarán incentivando delitos», se lamentan desde la Oficina Europea del Consumidor.
Las primeras reacciones ante los últimos datos del EGM han venido, obviamente, de las principales emisoras nacionales. SER, COPE y Onda Cero, grandes afectadas por el éxito apabullante de la radio de la Policía, hablan de competencia desleal ejercida desde el propio Gobierno y acusan al Ministerio del Interior de no blindar la frecuencia de la emisora policial «a sabiendas de que el público que está arrastrando puede convertirse en una futura vía de financiación, que por cierto sería a todas luces ilegal», explicaba hoy en antena Francisco Ventura, director de los servicios informativos de la COPE. Desde Radio Nacional de España no ha habido declaraciones al respecto, aunque Juan Ramón Lucas, presentador de «En días como hoy», ha llegado a admitir que la radio de la Policía «está entretenida».
«Llevo varios meses escuchando esta emisora y creo que domino ya el lenguaje. Violación fuera del horario comercial es código 33, atraco con patadas y objetos de goma es el 48 y las peleas entre camioneros por culpa de una puta suelen ser códigos 55 o 67, eso aún no lo tengo claro», declara Carmen Vilches, oyente de 73 años que ha dejado a Carles Francino «por el sargento Antonio Ruiz Mochales del Grupo I de la Brigada de la Policía Judicial de Madrid», cuya voz describe como «autoritaria y varonil pero con un punto meloso».
Ciudadanos como Carmen Vilches no reaccionarían bien si el Gobierno les impidiera interceptar la emisora de la Policía Nacional, lo cual obliga al Ministerio del Interior a «actuar con prudencia ante este fenómeno imprevisto y sin tomar decisiones drásticas».
