Un laboratorio español financiado con capital privado ha conseguido combinar las conductas de la cultura hippie con la ideología conservadora. El resultado de este logro científico se ha plasmado en Arturo Concordia, Andrés Siddharta-Sotomayor y Borjita Feelings, tres jóvenes que dieron su consentimiento para someterse al experimento sociológico y que ahora pueden ser considerados, por su conducta y sus motivaciones, hippies conservadores con carné de militante del Partido Popular.
«Les sometimos a un intenso proceso de impregnación ideológica que mezclaba inquietudes espirituales con un marcado amor por la tradición y la institución familiar. Resulta sorprendente que no hayan sucumbido a la locura, era un riesgo evidente. Parece que, instalados en la contradicción, se sienten más o menos cómodos», explica el doctor Hempel, responsable de la investigación. Aunque el hallazgo ha sido aplaudido por la comunidad científica y puede contribuir al avance de la ciencia cognitiva, no se ha librado de la polémica.
«Han tirado su vida por la borda. No saben lo que quieren y no pueden integrarse en ningún sector de la sociedad. A ratos se abandonan a la droga para olvidar sus conflictos internos pero luego sienten la llamada de Cristo y lloran avergonzados. No entiendo la necesidad de crear este tipo de engendros», se lamentaba un familiar de Arturo Concordia. Pese a las críticas, los tres voluntarios firmaron su consentimiento informado siendo mayores de edad. A cambio, recibieron grandes sumas de dinero que han donado a la Asociación de Software Libre y a la Falange Española.
El Partido Popular califica el experimento de extremo pero admite que los tres hippies conservadores pueden «acercar a mucha gente de extrema izquierda que nos ve como un mundo aparte», en palabras de Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha llegado a confesar esta mañana que, siendo muy joven, tuvo un novio hippie que falleció por la trágica mordedura de un dóberman. «Hay que tender puentes, aunque sea mediante la ciencia», ha insistido la portavoz del PP.
Aunque no han querido exponerse a los medios de comunicación «para salvaguardar nuestro karma, nuestra paz de espíritu, nuestra dignidad y la dignidad de España», Andrés Siddharta-Sotomayor ha calificado el experimento de «rotundo éxito que mola». Su compañero Borjita Feelings ha puntualizado que no entiende «a esa peña que aborta porque la vida es sagrada» y Concordia, por su parte, ha declarado que «flipo mogollón con los que no van a misa al menos todos los domingos porque el karma está en la familia y en los valores de siempre, ¿que no? Paz y España, hermanos».
