El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha inaugurado esta mañana el Colegio de Educación Infantil y Primaria Virgen de Marlboro, situado en el distrito de Chamartín. El centro escolar albergará a 950 alumnos fumadores o con la voluntad de abrazar el tabaquismo y, aparte de seguir las premisas educativas que marca la Ley Orgánica de Educación, instruirá a los más pequeños en el noble arte del tabaco.
«Los niños españoles que empiezan a fumar a los ocho años, o más tarde incluso, suelen presentar serias carencias y, en muchos casos, ni siquiera saben liarse un cigarro. Esta situación afecta generalmente a su autoestima y hace que sus conductas adictivas posteriores no se asienten sobre una base firme» ha declarado el alcalde en su discurso inaugural. Gallardón también ha apuntado que la iniciación precoz en el tabaquismo «permite dejar de fumar mucho antes. Si se empieza a los 30 años, es muy difícil dejarlo a los 33 porque apenas has tenido tiempo de disfrutarlo. La cosa cambia si has tragado humo desde la cuna».
El éxito de la iniciativa ha sido rotundo: ya no quedan plazas libres en el Virgen de Marlboro y son muchos los padres que piden a otros centros escolares que habiliten barracones para niños fumadores. «Se está cubriendo una demanda social que, además, favorece también a los detractores del tabaco: los críos no fumadores podrán librarse de la presencia de otros niños que hasta ahora se veían obligados a fumar a escondidas en los baños del colegio» explica el director del Virgen de Marlboro, Tomás Fuentes. El padre de uno de los primeros alumnos de la escuela ha apuntado también que «los fumadores no podemos pedir a nuestros hijos que dejen de hacer lo que nosotros hacemos a diario. Que fumen también y sean educados de forma coherente en los placeres de la vida».
Coincidiendo con la inauguración, y para demostrar a la sociedad que los alumnos del Virgen de Marlboro «comprenden y asumen los riesgos del tabaquismo», se ha desplegado en la fachada del centro una gran pancarta con la advertencia «Fumar puede matar» escrita a mano por los alumnos de Primaria.
