Esta mañana, un transeúnte ha puesto fin a la angustia de una familia de Toledo al hallar en la cuneta de una carretera secundaria el cuerpo sin vida de Kikita, una muñeca que se encontraba en paradero desconocido desde hacía siete días. «Es terrible haberla encontrado en ese estado tan lamentable, pero el sufrimiento de no saber dónde podía estar nos carcomía a todos» explica Rosa Ruiz, madre de Teresa, propietaria de la muñeca. La criatura intentó reanimarla sin éxito y ya no la quiere, pero el cuerpo de Kikita no será enterrado hasta que la Policía averigüe las causas de su desaparición.
«Queremos que se haga justicia. A mi hija le han robado siete días de su vida y le han arrancado lo que más quería. Ella intenta jugar con sus otros peluches, que aún no saben nada, pero está aterrorizada porque podría volver a suceder algo terrible» se lamenta la madre.
«Tiene mordeduras en el abdomen, en la entrepierna y en el cuello, así como restos de fluidos en el pelo. Es probable que se la llevara un perro al verla en el jardín. No es la primera vez que encontramos muñecas y pelotas de tenis en la caseta de un perro. Cuesta imaginarlo pero esas cosas ocurren. De todos modos, hay que esperar a que termine el examen forense y, sobre todo, hay que evitar un linchamiento», asegura un agente.
