Henrietta Magris, la anciana que en 1977 inspiró la película de terror «Anaconda», ha fallecido este fin de semana a la edad de 88 años. De mirada penetrante y turbadora, Magris sirvió como referente para toda una generación de cineastas, estilistas y maquilladores pero siempre se negó a actuar para la gran pantalla. «Era una persona muy correcta y educada pero cuando alguien insinuaba lo del cine lanzaba unas miradas como para salir corriendo» explicaba en una entrevista el director Luis Llosa. Pese a su intención de mantenerse apartada del mundo del espectáculo, Magris aparece en todos los manuales contemporáneos de Historia del cine.
«Cuentan que el guión de ‘Alien’ estuvo dando tumbos por Hollywood hasta que alguien coincidió con esa señora en un supermercado y en dos segundos fue capaz de visualizar la película y vivir el terror en carne propia» explica el crítico cinematográfico Fernando De Felipe.
Víctima de un infarto, Henrietta Magris -conocida directamente como Anaconda en el mundo del cine- era muy aficionada a la natación y acudía puntualmente a la piscina municipal de su ciudad natal, Yorkshire, siempre en horarios en los que no hubiera menores de edad. «Ella sabía que su rostro y su piel arrugada provocaban miedo e inquietud por culpa de la película», explica una amiga de Magris.
La anciana será enterrada esta mañana en un cementerio lo más alejado posible del agua.
