Un estudio encargado por la Fundación Española de la Nutrición ha constatado que nueve de cada diez niños que consumen habitualmente Colacao Turbo acaban decantándose tarde o temprano por el carajillo de Anís del Mono. «Pueden pasar dos o cuarenta años, pero la transición del chocolate en polvo al café con anís se acaba produciendo y no sabemos por qué. Quizá el motivo es que, cuando te acostumbras al Turbo, quieres más. Sea como fuere, no nos parece normal que el carajillo acabe formando parte de la vida de miles de niños en España» declara Gregorio Varela, presidente de la institución.
Los fabricantes de Anís del Mono creen que la cuestión se debe simplemente a que el anís es a todas luces mejor que el Colacao «y los niños no son tontos por mucho que se les intente despistar regalando una ‘Baticao’ o un cromo de Pau Gasol». La psicóloga infantil Margarita Iglesias sostiene que «la idea de meterle Turbo a una bebida propicia la cultura del carajillo. Parece que la leche o el café o el chocolate no bastan si no se les añade algo potente. Y si mamas esta concepción de pequeño, luego sigues mamando a secas durante toda tu vida».
Nutrexpa, la empresa fabricante del Colacao Turbo, asegura que el término «Turbo» indica simplemente que el chocolate en polvo es instantáneo y no produce grumos. «Toma, igual que el anís. Exactamente igual» argumenta Gregorio Varela, quien revela que «algunos de los niños encuestados habían probado el Colacao con anís, al que muchos llaman café Turbo o directamente Colajillo».
La Fundación Española de Nutrición admite que el vínculo entre el Colacao y el carajillo de anís no está demostrado, pero parece claro que quien haya consumido chocolate instantáneo acabará recurriendo tarde o temprano a la mezcla de café con alcohol. En todo caso, y huyendo del alarmismo, Margarita Iglesias puntualiza que «tomen o no tomen alcohol, lo importante es que los niños saquen buenas notas».
