Ningún experto astrólogo pudo prever lo ocurrido ayer a la una de la madrugada cuando, aprovechando un eclipse penumbral de Luna en 13º 43′ Acuario, un tauro y dos aries irrumpieron en el Horóscopo para imponer su voluntad «tras siglos de opresión, misticismo y charlatanería». A pesar del carácter fuerte de ambos signos, no hubo violencia en el asalto y el derrocamiento de la misticocracia se efectuó de forma rápida y sin resistencia.
Hay cierta unanimidad en el gremio de la astrología a la hora de considerar que el golpe de Estado es «un arranque de genio temporal» y que, por lo tanto, pronto será restaurado el antiguo régimen astrológico. «Los tauro son engreídos y necesitan ser admirados, no tolerarán demasiados conflictos con los aries e intentarán beneficiarse de los placeres de la relación el mayor tiempo posible. Habrá rozamiento y, finalmente, habrá ruptura» apunta Mayra Oscureile, reputada astróloga cercana «a los fuegos arcanos que rigen todas las formas». Los tres asaltantes insisten en que «se ha iniciado una nueva era sólida y estable» y ponen en duda el criterio «de quienes ni siquiera intuyeron lo que iba a pasar».
Se desconocen aún las primeras medidas que tomarán los nuevos gobernantes, pero algunas declaraciones suyas indican que los astros perderán peso como herramienta de predicción en favor de las cotizaciones en Bolsa: «hartos estamos ya de que unos señores con túnica miren al cielo y nos digan que tenemos mala leche y que nuevos proyectos surgirán en el futuro. A partir de ahora iremos a lo concreto, veremos qué signos mandan actualmente en la economía y por qué. Habrá que crear un signo exclusivo para los feos, porque es de sentido común que una tía buena tendrá más suerte en el amor que un callo malayo aunque ambas sean piscis. Habrá rigor y el esoterismo deberá someterse a auditorías trimestrales».
