Tras años de litigios y reivindicaciones, un grupo de estudiosos de la cultura popular ha logrado que las autoridades permitan la exhumación del cadáver de Blancanieves para aclarar las causas de su fallecimiento. «Por intereses meramente económicos, Disney y otras editoriales de cuentos no quieren que se sepa la verdad y pretenden que creamos que un príncipe salvó a la heroína liberándola del ataúd de cristal. Todo esto vende mucho, pero contradice algunas evidencias. No queremos destrozar mitos, pero tampoco es cuestión de vivir engañados. Si realmente es cierto todo lo que se dice, entonces no entendemos por qué no quieren que lo comprobemos» argumenta Jean Paul Rissard, forense especializado en fábulas infantiles.
La exhumación del cadáver levanta recelos no sólo por el miedo a que se desmonte la versión oficial de la historia sino también porque «probablemente lo que desentierren no tenga un aspecto agradable, cosa que puede cambiar para siempre la imagen que todos tenemos de Blancanieves», asegura Marthe Grenard, especialista en los hermanos Grimm. «Los niños no aceptarían una degradación de la figura de Blancanieves, sería traumático. Ella ya vivió perseguida durante toda su vida, le debemos una muerte libre de profanaciones», añade.
El hecho de que Francia haya claudicado permitiendo al fin la exhumación ha dado esperanzas al equipo de Jean Paul Rissard, que tiene entre manos otras investigaciones igualmente polémicas. «Es el primer paso para que nos dejen confirmar también que el abuelo de Heidi era alcohólico», declara Rissard.
