Se llama George, pesa dos kilos, es irlandés y puede aislar la equis. Eso es lo que han demostrado en la unidad de maternidad del St. Jame’s Hospital de Dublín. «Me di cuenta de lo que pasaba cuando el niño señalaba con el dedo el biberón, apuntando a la cantidad exacta de mililitros de leche que debíamos proporcionarle. Cuando su madre intenta darle el pecho no hay manera, allí no puede controlar las cantidades y se pone histérico». Esta primera intuición de la comadrona, Rita Bloch, con más de veinte años de experiencia profesional, fue confirmada pronto por el pediatra del niño.
«Viendo esa rara sensibilidad de la criatura por todo lo que tuviera que ver con los números, decidimos explorar ese interés. No habla pero es capaz de detectar a los múltiplos de ocho, y suelta babas cuando se le enseñan números primos. Con la noción de infinito tiene algún problema, creemos que no la concibe, pero si pusiéramos a un grupo de paletas a su servicio, bien podría construir un edificio» aventura el doctor Ford. Los padres de George, apodado «el bebé de los Sudokus», se muestran conformes con el descubrimiento, aunque en un principio se resistían a contarlo. «Mañana celebramos su 0’67 aniversario, queremos que lo viva con naturalidad, como cualquier otro niño» han declarado.
