En virtud del reciente encuentro con el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, Felipe VI ha facilitado un importante acuerdo económico para España. «A partir de ahora, todas las lapidaciones en Arabia Saudí se efectuarán con piedras del País Vasco», confirmaba esta mañana el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis.
El rey español confía en que este acuerdo de exportación «del más bruto de nuestros productos interiores» generará numerosos puestos de trabajo en localidades vascas como Éibar, que hasta ahora habían tenido que subsistir realizando actividades industriales bastante más costosas.
El heredero saudí ha elogiado la extraordinaria calidad de los pedruscos vascos. «Algunas de estas rocas pesan tanto que bastará con obligar a los condenados a levantarlas y contemplar cómo los lapida la propia fuerza de la gravedad», declara el príncipe saudí, que contratará también un equipo de pelotaris vascos para que enseñen a sus súbditos a lanzar con eficacia las piedras de menor tamaño.
Felipe VI confía en que este intercambio cultural contribuirá al hermanamiento de dos naciones que, a pesar de sus aparentes diferencias, tienen mucho que aportarse entre sí.
El mes que viene, el monarca español visitará la República de Guinea Ecuatorial para recordarle a su presidente, Teodoro Obiang, que «no existe nada mejor que el acero toledano para la ablación del clítoris».