El problema está sólo en tu cabeza y la respuesta es sencilla si la abordas con lógica. Deja que te ayudemos en tu empeño por ser libre: tiene que haber cincuenta formas de dejar a tu amante.
1. Escabúllete por detrás, Jack.
2. Traza un nuevo plan, Stan.
3. No tienes que ser recatado, Roy. Simplemente escúchame.
4. Móntate en el autobús, Gus. No tienes que discutir demasiado.
5. Simplemente suelta las llaves, Lee, y libérate.
6. ¿Por qué no lo consultamos los dos esta noche con la almohada? Creo que por la mañana empezarás a ver la luz.