Qatar Airways, patrocinador principal del Fútbol Club Barcelona, ha anunciado hoy que, por respeto a los accionistas de la compañía y a los valores que la marca defiende, los jugadores del equipo azulgrana tendrán que chutar de cara a La Meca a partir de la próxima temporada.
Esta obligación, que no figura en el contrato, implicaría cambios profundos y muy costosos en la estructura del Camp Nou y no permitiría al equipo cambiar de lado a medio partido.
Son exigencias sin las cuales Qatar Airways no está dispuesta a seguir financiando al Barça. La empresa cree que ya ha hecho suficientes concesiones al renunciar, por ejemplo, a incluir la kufiyya como parte de la equipación de los jugadores. «Es cierto que con el viento les tapa la cara y les resta visibilidad», admiten los accionistas.
Los directivos barcelonistas propusieron que las porterías tuvieran la misma forma que la Kaaba, el centro de peregrinación de La Meca, pero Qatar Airways consideró que «golpear con un balón la imitación de este lugar sagrado sería como darle balonazos a Alá».
El patrocinador, además, está convencido de que chutar de cara a La Meca hará que Alá esté a favor del equipo blaugrana, por lo que «en realidad ganamos todos».
«No sé qué es la Merca pero me parece una putada», se quejaba esta mañana Lionel Messi. «¿No les basta con que aparquemos los coches en esa dirección? Si el portero rival sabe que chutamos siempre a la Merca, se pondrá siempre en la Merca y no habrá manera de colar la pelota», argumentaba el argentino.
Esta nueva exigencia se suma a la obligación que impone el Ayuntamiento de Barcelona a los futbolistas, que tienen que insultar al árbitro en catalán. «Son condiciones difíciles pero, oigan, la pela es la pela», sentenciaba Ignacio Mestre, director adjunto del club.
