Elogiando su «increíble fusión gastronómica», la «Guía Michelin España y Portugal» ha distinguido al contenedor situado en la esquina de la calle Mallorca con Paseo de Gracia, en Barcelona, con su segunda estrella Michelin.
El contenedor, conocido como «Chez Tiritas», es frecuentado por financieros arruinados que no se conforman con comer en contenedores de cualquier parte de la ciudad. «Recorro varios kilómetros a pie cada día para venir a cenar al Paseo de Gracia, merece la pena, aunque a veces hay que pelearse con la gente y golpearles la cabeza con la tapa porque te quieren quitar el sitio», explica Ginés, un empresario que vive en la calle desde 2011. «Estaré sin blanca, pero no me conformo con comer en otro sitio».
«Chez Tiritas» aglutina, desde hace ya casi dos años, la florinata de los desperdicios de los mejores restaurantes y colmados de la ciudad condal, por lo que no es de extrañar la calidad de su materia prima, auténtica piedra angular de su apuesta gastronómica.
«Lo que se lleva ahora es la fusión y no vas a encontrar ningún establecimiento que apueste tanto por la fusión como un contenedor: pasta, sushi, ropa vieja… su carta es extensísima y sorprendente», dice un crítico gastronómico en paro que hace poco acudió al contenedor para contrastar su fama.
A última hora de la mañana de hoy, el diario «La Farola» ha otorgado a Aurelio «uñas negras» González la distinción de «Pobre del año» por su innovadora forma de pedir dinero «agresivamente y sin siquiera abrir la boca».
