Mostrando un sadismo fuera de lo común, Juan González, de 47 años, le arrancó de cuajo la nariz a su sobrino, un bebé de apenas un año. El suceso tuvo lugar ayer por la tarde durante una reunión familiar y entre las risas de los padres del niño, que presenciaron la escena sin hacer nada por defender a su hijo del ataque.
El bebé trató de escapar en todo momento sin lograrlo
El niño, que lógicamente confiaba en su tío Juan al tratarse de un familiar cercano y mostrarse amigable en apariencia, rompió en llantos al sentirse traicionado. No obstante, según ha podido saber este periódico, el hombre ya habría procedido de igual manera en anteriores ocasiones, también con otros niños. Su procedimiento, que lleva a cabo con las manos desnudas y con la mayor crueldad, consiste en poner las manos sobre la nariz del pequeño y tirar de la misma para luego enseñársela al bebé y decirle «mira, tengo tu nariz, ahora es mía y te has quedado sin nariz para siempre».
El niño, absolutamente desesperado, trató de hacerse de nuevo con su miembro amputado buscando entre las manos de su tío sin lograr encontrarlo. A última hora de la tarde, el bebé tuvo que soportar, mientras aún seguía vivo, cómo su tío le devoraba la barriga a pedorretas sin rematarle para prolongar su agonía.
