Los experimentos demenciales que desafían los límites de la vida, la generación de enfermizos híbridos de humanos y reptiles y el desarrollo de peligrosas armas cuya finalidad es destruir la luna se han visto interrumpidos tras los sucesivos recortes en inversión científica en España y Europa.
Ayer por la tarde, diversos colectivos científicos presentaron un informe en el que denuncian la “pérdida acelerada de capital científico sin cortapisas morales” y la escasez de plazas estables en sótanos inmundos, torreones oscuros y grutas montañosas en las que desarrollar “una ciencia que nos permita trascender como humanos, romper las estúpidas barreras de la evolución y generar armas de gran poder destructivo”.
“El Gobierno debe tomar con urgencia decisiones que eviten el colapso de nuestro sistema de I+D+i de armas y artefactos que van más allá de la razón humana y toda ética terrenal”, advierten los miembros de la Confederación de Científicos Locos de España, el Instiututo Doctor Mengele y la Federación de Jóvenes Investigadores Bipolares.
«Si queremos llevar al límite a la Naturaleza se necesitan inversiones importantes»
Según estos científicos, cuyo propósito es trascender a la ciencia, “estamos asistiendo a un desmantelamiento sistemático de un sistema que ha costado décadas crear y a la amenaza del abandono de líneas de investigación que podrían llevarnos a generar horribles especímenes y engendros mecánicos que nos concederían un dominio absoluto sobre el resto de la humanidad”.
Como ejemplo, en el informe se cita el caso de un científico que se vio obligado a abandonar a las puertas de un convento a seis horribles homúnculos generados a partir de raíces y desechos corporales. “Son un milagro de la ciencia pero su creador se quedó sin fondos. ¿Quién es el monstruo aquí? ¿Esas horribles criaturas que desafían la definición misma de la vida o el Ministerio?”, lamentaron los portavoces del colectivo, quienes aprovecharon también para pedir “más cadáveres humanos a los que revolver las entrañas”.
«Soñamos con un futuro en el que la ciencia sea la única forma de crear vida y nuestros hijos sean vástagos de la pura Razón”, afirmaron. «Está en nuestras manos construir demenciales ingenios voladores, descubrir fuentes de energía procedentes del lado oscuro de la materia y conceder a los hombres cualidades que solo están disponibles a los dioses; excesos por los que terminar pagando un precio muy elevado, quizá muriendo en manos de nuestras propias creaciones”.
«Tenemos planes, planes secretos… pero nos falta el dinero para llevarlos a cabo y materializarlos y es una pena”, dijo para finalizar el portavoz del colectivo.
«¡Mua ha ha ha ha!», añadió.
