El jueves pasado, Arnau Sanz, un elfo hechicero de nivel 53 maestro en hechizos de destrucción de tipo fuego, comentó a su comunidad que había conocido a una chica y que, por tanto, se veía obligado a aparcar temporalmente su carrera en el mundo de la fantasía para pasar más tiempo con los suyos y especialmente con ella. Diversos científicos de todo el mundo han reaccionado con escepticismo ante la noticia: «No hay antecedentes en la literatura científica ni fantástica de que una persona de raza elfa pueda relacionarse sexualmente con una novia humana. Los elfos, orcos y demás suelen ser individuos aislados asexuales», explica un científico.
«Te pasas más de 300 horas delante de un ordenador buscando monedas de oro y luego te echas novia. Hace que todo parezca una estúpida pérdida de tiempo», comentan los compañeros de Arnau.
Pese a que ahora dice tener la mente «en cosas de gente que tiene novia», Sanz no puede evitar emocionarse cuando habla de su vida como hechicero. «Si construyes una armadura con piezas de armadura que dan un bonus para construir armaduras, consigues una armadura mejor. Y puedes volver a usar esa armadura para construir más armaduras que, a su vez, te permiten tener una armadura aún mejor. Todo radica en la armadura. Y una vez lo has conseguido pues ya puedes plantearte jugar», explica Arnau. «Por eso es necesario invertir tanto tiempo. Y por eso mucha gente no entiende que me vea en la necesidad de aparcarlo. Pero el amor todo lo puede y mis prioridades ahora han cambiado. Voy a intentar cambiar todos mis PX por un anillo de compromiso. Se volverá loca cuando lo vea», explica Arnau.
Respecto al rechazo de sus compañeros, Sanz replica que lo que sienten es envidia y que no deberían sorprenderse de que su prioridad sea tener novia ya que, si se refugió «en la alquimia y en la escuela mágica de la destrucción», fue porque su última relación le causó un profundo dolor y se juró a sí mismo que no aquello le volvería a ocurrir. Dicha relación surgió en una comunidad online de «La llamada de Chtulhu», donde conoció «a alguien muy especial» de quien no quiere hablar. Tras un silencio, Arnau reconoce que al final descubrió que esa persona era en realidad otro chico de su edad llamado Antonio «con granos y un bigote ridículo». Según explica, todos los jugadores usaban unos apodos tan rebuscados «y un lenguaje tan arcano que costaba distinguir el género de cada cual». Por suerte, la chica de ahora «tiene pinta de ser una mujer de verdad».
La novia de Arnau, Hotrussiansgirlfriend18, llegará la semana que viene al aeropuerto de Barcelona procedente de Bielorusia. «Mi novia me ha dicho que le tengo que enviar más dinero para comprar el billete para venirse y conocernos al fin. Pero para ella el dinero no es problema porque acaba de recibir una herencia importante, aunque para poder cobrarla también tengo que enviarle dinero. Estoy muy ilusionado, se han acabado las fantasías de elfos para mí», concluye Arnau.
Científicos intentan reproducir elfos en cautividad
El biólogo molecular Brooklyn Lager, experto en elfos -él mismo es un elfo oscuro arquero de nivel 43- explica los motivos que hacen del caso de Arnau Sanz un suceso inédito. «Es evidente que no hay elfos con pareja ni descendencia, porque en el momento en el que establecen contacto con alguien del sexo opuesto dejan de ser elfos hechiceros y se transforman en estudiantes de ingeniería o reponedores de fruta normales y corrientes» dice Lager. Al parecer, los elfos que han hecho carrera en el mundo de la magia generalmente pierden el interés en su carrera profesional en cuanto consuman su madurez sexual, y viceversa. «Por tanto es imposible engendrar descendencia para estos especímenes, ni siquiera en cautividad o en entornos controlados. Y una profesión tan bonita como la de hechicero se está perdiendo. De ahí que estemos intentando reproducirlos en un laboratorio, pero no encontramos voluntarias para los experimentos».
