El Ministerio de Sanidad ha decidido regular al fin los suicidios de los ciudadanos, que hasta la fecha se efectuaban sin la supervisión del Gobierno y no siempre en óptimas condiciones. «Queremos ser pioneros en Europa poniendo coto a este tema tan delicado como desatendido», ha declarado esta mañana la ministra Leire Pajín en una rueda de prensa.
La intención del Ejecutivo es «evitar que los cuerpos de los suicidas estropeen toldos, interrumpan el tráfico o dañen el pavimento. También se han dado casos de personas que elegían los mismos enclaves para quitarse la vida y peleaban entre ellas para ver quién se arrojaba primero. Es obvia la necesidad de arbitrar estas cuestiones», ha insistido Pajín. A partir de ahora, los suicidas deberán rellenar un formulario disponible en Internet y presentarlo en el Ministerio de Sanidad. Éste tendrá que aprobar la muerte voluntaria valorando tanto los motivos del suicida como las condiciones en las que pretende acabar con su vida.
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha criticado la medida definiéndola como «una intromisión intolerable en la muerte privada de las personas». También ha dibujado «un panorama de colas kilométricas frente a la sede ministerial, que se llenará de personas tristes aún más tristes al tener que lidiar con la absurda burocracia estatal».
«En estas condiciones yo no me mato»
Son muchos los ciudadanos con tendencias suicidas que han criticado la necesidad de obtener el permiso de las autoridades para poner fin a sus vidas. «Ni morir te dejan. Esto es el colmo. Conmigo que no cuenten», protestaba un periodista en la propia rueda de prensa ofrecida por la ministra Pajín. Ésta ha insistido en que «cuando uno estampa su cuerpo sobre suelo español está implicando a terceras personas que luego deben limpiar los restos y hacer que todo vuelva a la normalidad. Si la cosa está mal y la gente quiere morir, disponemos de recursos para que se haga bien. Cortando calles e incluso poniendo música clásica. Hay que esforzarse por hacerlo bien, aunque sea el último esfuerzo que se haga».
Mariano Rajoy ha hecho un llamamiento para que los suicidas se declaren en huelga. «Propongo que no se mate nadie hasta que el Gobierno entienda cuáles son sus límites. A ver qué les parece que este país se llene de repente de caras largas», ha declarado.
