Arturo Pérez-Reverte es el primer literato español que consigue hacerse con el Pérez-Reverte de Novela, hecho que el propio premiado tildó de «hito en la historia de la literatura de nuestro país». Tras su discurso de agradecimiento, el autor de «La tabla de Flandes» animó a sus compañeros escritores a presentarse a la edición del año que viene, aunque admitió que «obtener el Pérez-Reverte es harto difícil teniendo en cuenta la calidad de la literatura que se hace ahora». Luego se tomó la licencia de bromear sobre la posibilidad de presentarse al Premio de Novela del Sahara Occidental, «que hasta ahora siempre ha quedado desierto». Tras la pequeña chanza, estalló en una sonora carcajada que duró diecisiete minutos.
El galardonado quiso asimismo aprovechar la ocasión para pedir a la Real Academia Española, entidad de la que es miembro desde 2003, «que me cambien de letra porque la ‘T’ ya no me da más juego». Sugirió, concretamente, la posibilidad de intercambiarse el sillón con Carmen Iglesias, que actualmente ocupa el que corresponde a la letra ‘E’. «Me gusta mucho la ‘E’ porque tanto te sirve para hablar de España como de eyaculaciones», argumentó.
