- La actualidad del mañana -
- La actualidad del mañana -

Este es tu último artículo gratis este mes. Te queda un artículo gratis este mes. Te quedan unos pocos artículos gratis este mes.
No renuncies a la Verdad, suscríbete

Suscríbete

Un calvo acude a una peluquería como si nada

BUSCABA PROVOCAR A LAS TRABAJADORAS

Este contenido es posible gracias a las personas que respaldan El Mundo Today con su suscripción. Ayúdanos a seguir siendo el mejor medio de información del país y suscríbete.

«Hizo como que hojeaba una revista pero nos miraba a todas con media sonrisa como diciendo ‘¿Qué pasa?’. Es evidente que lo que buscaba era provocar. Y nos descolocó por completo, la verdad. Fue muy desagradable, como si hubiera entrado un psicópata que no sabes por dónde te va a salir», insiste Pilar.

Cuando llegó su turno y la peluquera se acercó a su butaca para atenderle, Pedro le espetó a la estilista: «¿Qué pasa? Esto no os lo esperabais, ¿eh? Pues aquí estoy». Luego la conversación se tornó amistosa y más relajada. La chica estuvo poniendo y quitando pinzas para el pelo en las orejas del cliente, fingiendo que le escuchaba. Cuando finalmente se fue, las trabajadoras echaron el cierre y se abrazaron, llorando a causa de los nervios.

Pedro no ha dudado en atender a los medios de comunicación: «Los peluqueros tienen un pacto tácito para no admitir calvos en sus locales. Lo que yo digo es que nos tendrían que dar servicio a nosotros también. No soy tonto, sé que no pueden cortarnos el pelo. Pero no sé, que piensen algo y, sobre todo, que dejen de sorprenderse cuando entramos en sus peluquerías. Sólo pido eso. Algunos sólo buscamos conversación porque nos sentimos muy solos», ha explicado.

«Yo pensaba que no me iba a quedar calvo porque mi padre no era calvo y mi abuelo no era calvo», añade Pedro González con la voz quebrada. «Pero mira, la naturaleza es traicionera y no te puedes fiar». De hecho, confiesa que por este motivo nunca ha reciclado.

Pedro no descarta repetir la experiencia en el futuro. La gerente de Stylo’s, sin embargo, asegura que la próxima vez que le vea entrar le recordará que su centro de estilismo es para mujeres. «Quizá así se marche. Esta vez, con tanta tensión ni siquiera nos atrevimos a decírselo», declara.

spot_img

Apúntate a nuestro boletín de titulares

Últimas publicaciones

spot_img
spot_imgspot_img